Dime cuál es tu punto fuerte y tu punto débil como candidato. Piénsatelo, con calma…no tenemos prisa ninguna.
Lo tienes claro… ¿sí?, ¿no?, ¿depende? Entiendo. No es una pregunta que nos hagamos todos los días y responderla en frío puede costar un poquito más de lo normal.
Cambiemos el entorno. Yo soy el reclutador de un proceso selectivo y tú eres el candidato y los dos estamos en el medio de la entrevista definitiva. Después de preguntarte sobre tu formación, tu experiencia, tus expectativas… te realizo esta pregunta. ¿Qué responderías?…si es que responderías algo (muchos no nos esperamos estás preguntas en un proceso selectivo – qué osada puede llegar a ser la ignorancia en algunos casos).
No quiero resultar incómodo y presionarte, sólo quiero provocar en ti una reflexión: ¿somos realmente conscientes de cuáles son nuestros puntos fuertes y nuestros puntos débiles? Si la respuesta es afirmativa, ¿somos capaces de exponerlos con claridad en una entrevista?, ¿los tenemos en cuenta a la hora de diseñar una búsqueda de trabajo efectiva? , y finalmente ¿sabemos si nuestros puntos fuertes y nuestros puntos débiles, son realmente elementos que refuerzan o perjudican nuestra candidatura?
Después de este discurso tengo una buena noticia para ti. Todos, y cuando digo todos es todos, tenemos puntos fuertes y puntos débiles como candidatos. Los puntos fuertes, bien posicionados, nos podrán ayudar en el proceso selectivo y los puntos débiles podrán perjudicarnos… o no, todo depende de nuestra habilidad para gestionarlo…
…y parte de esta gestión pasa por, en primer lugar hacer un análisis exhaustivo de nuestra personalidad, comportamientos y habilidades. Tener claro que nos hace un buen candidato y lo que no, y una vez tengamos esto claro tocará diseñar nuestra estrategia, esto es, intentar entender que lo que nosotros consideramos bueno o malo tiene el mismo significado para nuestra candidatura que para la empresa.
Me explico. Si usted se considera una persona altamente minuciosa puede ser que esto sea un punto negativo si optamos a un puesto en el que se busca más el resultado rápido que la calidad del mismo o puede resultar muy positivo si el trabajo requiere una alta focalización al detalle para la consecución de los objetivos.
Por ello, es de vital importancia que tengamos en cuenta que no existe lo bueno ni lo malo en selección, sólo hay características que pueden ser positivas para la candidatura o características que pueden no sumar para alcanzar nuestro objetivo.
Así que llegados a este punto dígame… ¿Cuáles son tus puntos fuertes y débiles?